viernes, 19 de noviembre de 2010

Pan y Circo Siglo XXI

Siempre termino con la misma sensación luego de un Boca-River (Partido clásico de Fútbol en Argentina), y es la de no entender, o al menos no querer entender las reacciones de la personas ante estos partidos.

Es que cada vez estoy más convencido de lo funcional que son estos espectáculos para los gobiernos y otros grupos de poder.

Alguna vez observaron las caras de las personas en los estadios sufrir por el desenlace de un partido? en charlas de bares o donde se junte un grupo de personas debatiendo sobre si el 4 de un equipo es mejor que el del otro, o si el 8 tiene jugar más tirado por la punta, etc, y en esto pasar horas y horas discutiendo? (y además jamás llegar a un acuerdo)

Si bien amo jugar al fútbol (creo que por definición el deporte se debería hacer no mirar), debo ser un hereje en este ámbito por haberme cambiado de club, se podría decir que fui hincha de uno (Boca Juniors) hasta los 17 años (hasta los 5 creía en Papa Noel, y hasta los 13 creía en la Iglesia, el fútbol me duró un poco más...) y ahora simplemente me pone contento cuando me entero que ganó el club Lanús por ser el lugar donde vivo, nada más que eso.

Como dije, estoy convencido que todo funciona de esta manera porque es una forma de mantener a la gente lejos de las discusiones sobre los temas realmente importantes de un país. No sea cosa que las personas comiencen a canalizar su energía, sus ideas, su tiempo libre, su pasión, su "fanatismo” y sus momentos de reunión para debatir sobre las medidas de un gobierno, temas a tratar en el Congreso o comenzar a hablar y pensar en los problemas del país o de donde surgen.

Es mejor que estén entretenidos (idiotizados, perdón por la franqueza) en algo tan intrascendente (siempre solo desde mi punto de vista) como ser varias personas corriendo atrás de una pelota vistiendo la camiseta con los colores del club que más les pague o más cámara les dé, lo mismo para los técnicos, como mercenarios de este gran negocio y circo.

El fútbol y su utilización (además de varios deportes más, claro está) además de no informar y desviar la atención de las personas, (se llenan horas y horas de televisión y diarios en esto, también recordar lo ocurrido con el mundial organizado por Argentina en 1978 en pleno proceso militar...), también continua fraccionando a la sociedad en barrios, ciudades, y generando más veredas opuestas por doquier (“divide y reinarás” decía Maquiavelo en “El Principe”).



Sin entrar en demasiado debate sobre el hecho de “dejar la vida por el club o los colores!?!?!”, desde las canciones en las tribunas y luego hecho muchas veces carne en las calles.

Es también un negocio increíble, donde se lava dinero de un montón de negocios ilegales, y hasta apalanca en la política a diversos personajes. Ejemplos como Berlusconi en el Milán o Mauricio Macri en Boca Juniors.
Sería muy inocente si separáramos el fútbol de la política.

En parte lo triste de todo esto son los modelos, los referentes, “los ídolos” que salen de esto y las características o valores que se transmiten a la sociedad y a los más jóvenes en general desde los medios de comunicación. Podemos pensar en Cristiano Ronaldo, David Beckam, (hasta Ricardo Fort en otro ámbito, pero igual de válido). Donde a través de estos se muestran valores como fama, dinero, superficialidad,  excentricismo, como lo importante para ser “exitoso” en la vida o para al menos estar en el "centro de la escena".
Creo que de ahí a en un futuro estar obsesionado por la plata o el poder hay un paso.

En fin, entiendo que cada uno tendrá su pasiones y las respeto, yo tengo las mías, solo que no comparto esta, y esta mirada crítica no es hacia las personas en general sino hacia quienes las fomentan para su beneficio.

Dudo que muchos hayan llegado a leer hasta acá, pero al menos me sirvió para hacer catarsis en este día medio cruzado que tengo…


Pan y Circo (Wikipedia):  Pan y circo») (literalmente, «pan y juegos del circo») es una locución latina peyorativa de uso actual que describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas.
Esta frase se origina en Roma en la Satira X del poeta Romano Juvenal (circa 100 AD ). En su contexto, la frase en Latin panis et circenses («pan y juegos del circo») es dada como la última atención del pueblo Romano, quien había olvidado su derecho de nacimiento a involucrarse en la política. Juvenal muestra su desprecio por la decadencia de sus contemporáneos Romanos.1 Los políticos Romanos visualizaron un plan en 140 B.C. para ganar los votos de los pobres; Al regalar comida barata y entretenimiento, los políticos decidieron que esta política de "pan y circo" sería la forma más efectiva de subir al poder.